martes, 7 de julio de 2015

Si las hadas madrinas existieran...

El otro día terminé de leerme un libro que llevaba bastante tiempo queriendo leer y que por fin lo pude disfrutar, ya que me lo regaló mi madre por su cumpleaños (que suerte tengo que me regala a mí jeje). Y la verdad es que dio en el clavo. Al principio no quería empezarlo porque estaba en mi semana de exámenes y pensé que si leía una hoja no habría manera de parar. Y estaba en lo cierto porque no me pude resistir y comencé a leer unas cuantas páginas, lo típico de "a ver cómo empieza". Pero la cagué porque no pude frenar jaja.

Se trata de "TODAS LAS HADAS DEL REINO" de LAURA GALLEGO. No es el primer libro que leo de esta magnífica escritora. Ya me leí en su día "El valle de los lobos" y "Donde los árboles cantan". Desde entonces se convirtió en una de mis escritoras favoritas y con razón. Por eso tenía muchas ganas de empezar otra nueva aventura fantástica llena de bosques mágicos y de mundos que sólo Laura sabe crear.

En este caso llega el turno de las hadas madrinas y de cómo desarrollan su vida junto a los humanos "corrientes" y "vulgares" como tú y como yo. Camelia es una de ellas y lleva la friolera de 300 años (lustro arriba, lustro abajo) ayudando a sus ahijados a seguir con sus vidas correctamente. Pero al final las cosas se tuercen porque la vida cambia y las exigencias de sus ahijados también. Ahora sólo piden caprichos. Siempre se las había apañado bastante bien hasta que llega Simón, un muchacho de bajo estatus, que estaba perdidamente enamorado de Asteria, la típica joven princesa. Aquí la "tranquila" vida de Camelia se trunca.

Es un personaje que le he cogido bastante cariño porque me la imagino como una colega que siempre vas a tener ahí apoyándote y siendo estricta con sus instrucciones, pero diciéndolo con todo el cariño del mundo.

Otro personaje, que al principio puede resultar un poco "chulesco" y engreído, es el de Orquídea. Aunque a mí es otro de los que más me ha gustado porque me parece la clásica chavala que puede caer prepotente a primer vistazo, pero que actúa con una bondad natural.

Las demás hadas la verdad es que ni me gustan ni me disgustan, simplemente están. Pero no me hubiera importado conocerlas en persona, sobre todo para que me concedieran algún don especial jeje.

Ren, el Ancestral, ese pelirrojo que es capaz de cambiar de una "cola humana" a una cola de zorro. Es un personaje que durante el transcurso de la historia no sabía si iba a buenas o a malas, me costaba pillarle el tranquilo. Pero como se ve al final del libro es un tío que cuando quiere a alguien le ayuda por todos los medios.

Hay otros personajes como los ahijados. A algunos como Felicia y Rosaura, considero que son unas luchadoras para lo jóvenes que son, y otros como los pequeños mellizos de Corleón que me parecen unos niños malcriados y que deberían, no Camelia, si no sus padres ponerlos en vereda. Además tenemos a Alteo y Verena, que la verdad es que el error que tuvo Camelia y que hizo que esta pareja floreciera me pareció de lo más bonito.

Y qué decir de nuestro matrimonio Simón-Asteria. Es una historia preciosa, aunque me gustaba mucho más al principio cuando todavía eran pareja en secreto y tenían que verse a escondidas y con Camelia de por medio. Luego la historia se va por otros caminos y se distancian mucho lo personajes, cosa que no me gusta mucho porque me gustaba verles unidos.

Y es este cambio una de las cosas que más me ha impresionado del libro. Hacia la mitad el argumento pega una vuelta que te quedas anonadado. De ir todo sobre ruedas a torcerse como un jorobado. Ya nadie quiere la asistencia de Camila y se crea un ambiente de mal rollo que echa por tierra muchas de las buenas relaciones logradas. Esto es algo que me desconcierta porque no me gusta ese tipo de situaciones, pero a la vez me encanta porque no siempre todo tiene que salir a pedir de boca. La gente falla y se equivoca. Y yo creo que al final Camelia queda como una bruja mala y revenida, pero yo creo que siempre seguirá siendo la amable "jovencita" que está dispuesta a salvar los antojos de los demás.

El final me deja bastante sorprendida porque no me lo esperaba. Tenía un ansia terrible por saber qué futuro le esperaba a este personaje y me dejó de piedra cuando le queman como a las antiguas brujas. Pero no se queda ahí la cosa, porque, como me esperaba, no es un adiós definitivo, sino un "hasta luego" cuerpo humano, "hola" vida ancestral. Simplemente fascinante.

Un aspecto que me ha parecido caracterizador y nuevo para mí es el hecho de que los capítulos fueran tan cortos y todos tuvieran un título. Nunca me había encontrado con algo parecido y para ser sinceros, de esta manera se hace bastante ameno.

Como podéis comprobar es un libro que me ha tenido en vilo desde que lo empecé y espero que vosotros también os animéis a leerlo y que os guste tanto como a mí. Que vivan las hadas madrinas!!

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