miércoles, 10 de diciembre de 2014

Confiar en tu guardián

El otro día se me ocurrió escribir unos versos y me apetece compartirlos, por lo que los plasmo en mi blog para que los podáis leer. Ahí van!

Debajo de la copa de un árbol
se esconde una muchacha leyendo.
Cuenta el cuento una historia mágica
de dos muchachos en un velero.

Ella dulce y alegre riendo.
Él, dorada melena al viento.

Los dos libres viajan en el tiempo,
y un ángel les dice sonriendo:
"¿A dónde vais solos sin un remo?"
A lo que los chicos respondieron:

"Nuestro amor crea olas en el mar,
huracanes, tormentas, tornados,
y hasta vientos inesperados
si al paraíso hemos de llegar.

Pero no todo bien fluirá
cuando pronto el final se acercará,
por una catarata caerán,
si desprecian la ayuda del guardián.

"Solos podemos con esto y más"
gritó el chico desesperado,
mientras creían poder burlar
un destino mal afortunado.

Miraron al frente y se abrazaron.
Pero pronto se dieron cuenta,
de que el velero solo no frena
si al guardián no pides amparo.

El ángel contestaba asintiendo
cuando ayuda pidieron corriendo.
Los levantó con sus blancas alas
y sobrevoló directo al cielo.

Felices y contentos se vieron
cuando su futuro descubrieron.
Brillante paraíso creado
donde el miedo hallaron enterrado.

Agradecieron a su guardián
que, a pesar de haber obrado mal,
otra oportunidad decidió dar
y la vida de los chicos salvar.

Esto algo nos quiere decir.
Creemos que tenemos fuerza,
pero aunque no nos lo parezca,
a alguien debemos acudir.

Debajo del árbol seguía
la chica que estuvo algún día
enamorada y loca perdida
del chico que hacia ella venía.

Los dos quedaron bajo la sombra
de aquellos recuerdos del pasado,
donde el guardián les protegía
y para siempre dormidos quedaron
leyendo su autobiografía.

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